Itziar Carrillo Millán

Hola, soy Itziar psicóloga del centro de psicología Mª Carmen López. Me gustaría que me pudierais conocer a través de mi historia y de este modo acercaros al por qué me dedico a la psicología y que significa para mí. En mi vida, la psicología ha sido parte de mi día a día, lo pude ver desde pequeña en mi madre, siendo ella enferma de profesión, pero con gran capacidad para ayudar a los demás, vocación que desde entonces va ligada a mí y forma parte de la persona que soy. Desde entonces, tuve claro, que me quería dedicar a la comprensión y entendimiento de la conducta humana, saber que nos hace actuar de cierta forma, conocer a nosotros mismo y sobre todo, aprender a gestionarnos y valorarnos como personas. Esto me llevó a iniciar mis estudios de Psicología en la Universidad Jaume I, posteriormente realicé un Máster en evaluación e intervención en la infancia y adolescencia; continué mi formación con el máster en psicogerontología pro la Universidad de Valencia, todos ellos me complementaron, no sólo como profesional sino a nivel personal. Me apasiona y me interesa mucho el conocimiento del ser humano, por ello, decidí estudiar el máster en psicología general sanitaria, especializándome en el ámbito de la salud. Hoy en día continúo dedicando tiempo a mi formación, ya que saber más sobre las personas, su forma de ser, de actuar, de hablar, en fin, de su comportamiento es muy gratificante. Para mí, mi trabajo es más que una jornada laboral, es mi pasión, de hecho, quien me conoce sabe que me implico al 100% con la persona y busco ayudarla a encontrar su bienestar y equilibrio emocional. ¿Qué es importante para mí en mi trabajo? Para mí, es fundamental que la persona se encuentre a gusto, cómoda y aceptada, que trabajemos como un equipo que va de la mano y tiene un objetivo común, el bienestar personal. Soy muy afortunada de la profesión que he elegido, ya que acompañar a las personas en un proceso de cambio, mejor, de crecimiento y poder ver su evolución, como se encuentran con ellos mismos después de afrontar y enfrentarse a sus miedos, superarlos y hacerse más fuerte, es el mejor regalo que esta profesión puede darte. Esta vocación me ayuda a enseñar, pero también a aprender de mis pacientes, ya que ellos son mi fuente de inspiración y de superación.